Dentro nuestro viven muchos personajes..., buenos y malos estan ahi esperando su turno para salir..., incluso aunque queden dentro pueden interactuar entre ellos...Esta es la historia del encuentro que sucede en el interior de una persona como cualquiera de nosotros..., entre un apostador y un monstruo verde...
Iba caminando tratando de ser lo mas libre posible..., encontrando gente a su paso..., conectando y desconectando entre su inmenso interior y un afuera que cada vez era mas pequeño para el...
Era un tipo sereno, generoso y tranquilo que habia superado en parte el mundo de las ambiciones del afuera y que buscaba elevar una unica ambicion "la del propio ser...."
Dentro suyo, como dentro de todos nosotros vivian muchos personajes...
Uno de ellos era un gran jugador..., un apostador de sentimientos....
Este apostador entendia que la paciencia, la honestidad, la reflexion, la justicia y la generosidad eran virtudes y cada vez que se encontraba con alguna de ellas simplemente redoblaba la apuesta de cualquiera de estos sentimientos....
Como un gran jugador frente a una mesa de ruleta trataba de doblar la apuesta de lo que el sentia que eran sus sentimientos mas nobles...
No importaba mucho lo que sucediera fuera, simplemente daba lo que tenia dentro y sin esperar nada a cambio duplicaba y subia la apuesta de lo que para el apostador de sentimientos era el sentido de su vida...., "simplemente dar...."
Mientras el apostador jugaba y jugaba,... desde otro rincon mas oscuro lo observaba un monstruo verde..., un monstruo que solo miraba lo que sucedia..., no decia nada..., callado, pensativo y autista veia al apostador jugando..., el monstruo veia mas alla..., el podia ver el afuera..., podia ver a quien , como y de que manera el gran jugador ayudaba redoblando y multiplicando su sentido de dar...
El apostador no media como, cuando, de que manera y a quien el trataba de ayudar...., pero el monstruo verde si lo veia, observando cada detalle con muchisima atencion...
Frente a cada desprecio, frente a cada golpe que recibia el gran jugador sin dar acuse de recibo el mostruo crecia y enfurecia..., el rincon ya le quedaba pequeño y de a poco fue saliendo a la luz y acercandose al apostador de sentimientos...
Un dia el gran jugador tomo sus fichas de dar y como todos los dias salio a apostarlas..., el monstruo lo vio y muy enfurecido simplemente de un golpe tiro todas las fichas que su compañero tenia en sus manos..., dejando al apostador desorientado y sin sentido..., literalmente sin sentido de su vida...
El monstruo un poco mas liberado volvio a su rincon a sentarse, volvio al silencio, volvio a observar..., veia como el apostador trataba de recojer las fichas del piso..., de a poco..., muy despacio.
El apostador junto sus fichas y como todo gran jugador volvio a jugar...., un poco asustado y mirando sobre su hombro..., pero su escencia era el jugar..., asi que volvio fichas en mano...
El monstruo volvio a su rincon a ser quien era..., un monstruo verde...
No se puede dejar de apostar si esa es parte de tu escencia.
Por suerte tambien esta el monstruo verde que puede ver el afuera y preservarte...
El apostador seguira apostando...y el monstruo aunque parezca mentira cuidandolo...
Lo que si no tendria ningun sentido es forzar a los personajes para que el apostador deje de apostar o para que el monstruo sea mas pequeño...
el apostador y el monstruo verde....
domingo, 28 de octubre de 2012
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